jueves, 28 de enero de 2021

Argentina

             En una vieja anécdota. muy probablemente falsa, un periodista francés le pregunta al histórico y polémico líder de la revolución china, Mao Zedong, a su paso por París; sobre su opinión sobre el alcance histórico de la revolución francesa.  Mao responde, no sin cierto sentido del humor, que aún es demasiado pronto para saberlo.

            En mi opinión las sociedades humanas son semejantes a especies vivientes que cambian y evolucionan pero a un paso muy lento, similar al de la evolución biológica. Muy probablemente los acontecimientos de mediados del siglo XIX configuraron el tipo de sociedades y los modelos de país que vemos actualmente. Eso es particularmente cierto en el caso de la Argentina que atravesó dicho siglo, el XIX, recorrido por guerras civiles entre Buenos Aires y sus provincias tratando de construirse a sí mismo como país mediante una violencia constante que no había terminado con las guerras de independencia de España.

            Pero comencemos un poco antes; a partir de la Revolución Industrial, que comenzó a fines del siglo XVIII, Inglaterra mostró al mundo un nuevo modelo de construcción de país, el modelo industrial, contrapuesto al modelo de producción agrícola ganadera que venía desde el feudalismo.

            Hacia 1861 se produce en América del Norte la llamada Guerra de Secesión o Guerra Civil estadounidense. Este conflicto bélico se libró entre 1861 y 1865 y según la historia oficial fue a partir de una controversia histórica sobre la esclavitud; pero fue en realidad un choque armado entre dos visiones o proyectos de construcción de país.

            El Norte se había industrializado rápidamente mientras que el Sur mantenía una explotación de materias primas, mayoritariamente algodón, sostenida por el infame trabajo esclavo.   El modelo de país de la Unión, en el Norte, era un poco más equitativo, proscribía la esclavitud y cimentaba las bases de un país de concepción más afín a la actual. El Sur en cambio se basaba en una gigantesca desigualdad social, incluso más allá de la esclavitud, ya que los latifundios explotadores de algodón estaban en manos de unos pocos productores inmensamente ricos. Tenemos por lo tanto una concepción racista, de que la mal llamada raza negra era inferior y por lo tanto natural que sirviera como esclava a los blancos; una muy desigual distribución de la riqueza y la tierra incluso entre los habitantes blancos y un modelo de producción comercial con mínima tecnología totalmente dedicado a la exportación de materias primas, que en muchos casos eran procesadas en países más industrializados como Inglaterra o Francia. Países que si bien nunca reconocieron a la Confederación (el sur) como una nación independiente, le otorgaron el estatus de estado beligerante no sea cosa de perder la conveniente relación comercial con los esclavistas productores del preciado algodón. Esta contienda estadounidense puede ser entendida por lo tanto como un conflicto entre dos modelos de país, uno más industrializado con reparto más equitativo de tierras y otro modelo latifundista agrícola ganadero muy desigual y por supuesto racista. Una vez terminada la guerra la Unión ganadora comenzó a repartir las tierras ganadas en el Oeste a los habitantes originarios mediante la violencia a los colonos usurpadores. Pero lo hizo distribuyendo en pequeñas parcelas, evitó a sabiendas el reparto latifundista que había vencido en el sur del país, la Confederación.

            La guerra de Secesión es considerada por algunos historiadores como la primera guerra moderna, se usaron por primera vez ametralladoras y submarinos, y sirvió de modelo muy poco después para la guerra más sangrienta y cruel que alguna vez asoló, esta vez a América del Sur. Nos referimos a la guerra de la Triple Alianza o la guerra de destrucción del Paraguay, país que oh casualidad! estaba intentando una industrialización de su paisito latinoamericano que incluía siderurgia y fabricación de maquinaria. Los intereses coloniales del imperio más poderoso del momento, la industrializada Inglaterra, no toleraron semejante competencia y acicatearon a Argentina, Uruguay y Brasil hasta que prolijamente ejecutaron un genocidio sobre el pueblo paraguayo.

            En Argentina la guerra civil entre Buenos Aires, ciudad que había crecido desde la ilegalidad y el contrabando, y las provincias que intentaban hacer crecer sus economías regionales, había terminado gracias a la gestión de Bartolomé Mitre. Pero era claro cuál era el modelo de país que tenían en mente los ganadores de la contienda. También la concentración del comercio exterior en el puerto de Buenos Aires en detrimento de los distintos puertos provinciales, como Concepción del Uruguay que supo ser capital de la Confederación Argentina. fue una política de estado a partir de ese entonces. Política totalmente ilógica ya que los ríos Paraná y Uruguay permitían la travesía de buques de gran calado lo que ampliaba enormemente las posibilidades de comercio de una gran porción del país.

            El partido mitrista, heredero de la concepción unitaria centralizada en Buenos Aires comenzó entonces a semejanza de EEUU su expansión territorial masacrando a los habitantes originales del Oeste y Sur del país.  Con la llamada conquista del desierto el general Julio Argentino Roca se anexó una enorme cantidad de tierras expropiadas.  Pero el modelo de reparto que eligió el estado argentino no fue el norteamericano de la Unión, sino que fue un calco del modelo latifundista de la confederación esclavista sureña. De hecho muchos indios fueron secuestrados y sometidos a un cautiverio que en nada se diferenciaba de la esclavitud de los negros en el sur estadounidense.

            Alan Beattie, ex economista del Bank of England y actual editorialista del Financial Times, un prestigioso periódico inglés publicó un libro contundente sobre este tema.  En su libro “Falsa Economía: una Sorprendente Historia Económica del Mundo”,  Beattie se pregunta por qué Argentina no fue EEUU y su respuesta es simple: mientras EEUU repartió la tierra en parcelas pequeñas, Argentina se la dio a unas pocas familias.

            “EEUU favoreció a colonos usurpadores, Argentina a terratenientes”. El resultado inmediato fue que mientras en EEUU la poca tierra obligaba a innovación para optimizar y mejorar ganancias, al latifundio argentino le alcanzaba con vacas, ovejas y alambre de púa.

            “Las economías rara vez se hacen ricas solo con agricultura, Gran Bretaña había mostrado el caminoindustrialización” pero las élites argentinas rechazaron la industrialización para seguir mamando de la teta de la explotación agropecuaria latifundista. "Entre 1880 y 1914 el sistema político norteamericano se adecuó dinámicamente a los cambios y demandas de su población. El sistema argentino permaneció obstinadamente dominado por una minoría autocomplaciente".

            Dice Beattie que EEUU hubiese sido como Argentina si el Sur racista confederado hubiese ganado la Guerra Civil. Al final de la 1ra guerra, las exportaciones de granos y carne cayeron. Al final de los 1920s, las exportaciones ya eran 2/3 menos. EEUU ya había comenzado un proceso de recambio económico. Las elites argentinas la rechazaron.EEUU había comenzado su recambio económico con industrialización, y al final de la 1ra Guerra invirtió ahorros propios en quedarse con industria europea (si recursos después de la guerra) y se posicionó como potencia mundial. La Argentina oligárquica desapareció del mundo.

            Además de haber invertido sus primeros años de bonanza en un recambio industrial y usar esos recursos para adueñarse de la industria del mundo destruida por la guerra, EEUU ya era una economía de escala. Argentina no fue nada de eso. Lo dice un economista liberal del Financial Times, nada cerca del “populismo” o ideologías izquierdistas, más bien todo lo contrario.

            El modelo construido de país latifundista argentino tuvo un primer ataque virulento con las sucesivas olas de inmigración que recibió el país. Los gobiernos argentinos necesitaban mano de obra barata para las grandes extensiones de tierra en manos de pocas familias y abrieron por lo tanto la inmigración europea ya que los habitantes originarios estaban o bien diezmados o bien menospreciados por el racismo virulento imperante.

            Pero muchos inmigrantes europeos estaban imbuidos de ideas socialistas o anarquistas y comenzaron a pelear por sus derechos de trabajadores. La reacción fue exactamente igual a la que hubiera tenido un terrateniente de Alabama en 1850 con esclavos negros rebeldes; la represión total y sangrienta. Pero los sucesos de la Semana Trágica (Enero de 1919)  y la Patagonia Rebelde (1920-1922) ocurrieron muchos años después lo que muestra el atraso del modelo desigual de país impuesto a sangre y fuego.

            La oligarquía latifundista argentina. obstinada en mantener el status quo se alió entonces con las fuerzas armadas que le proveyeron las herramientas necesarias para la represión de cualquier disenso a su modelo económico y de país. Craso error, porque abrió la puerta a una seguidilla de golpes militares y dictaduras que atravesaron buena parte del siglo XX argentino.

            En este modelo ilógico de construcción de país la Argentina, cien años después de su declaración de independencia, en 1916,  era una país que exportaba materias primas a países más desarrollados para que su clase alta oligarca comprara con sus ganancias los productos manufacturados en el extranjero muchas veces confeccionados con las mismas materias primas originales del país. Las señoras de clase alta se abrigaban en el invierno porteño con suéters de lana Shetland manufacturados en fábricas inglesas con lana proveniente de las ovejas que dichas señoras, o mejor dicho sus patriarcales maridos, poseían en la Patagonia.

            Hacia la década de 1930, como consecuencia de los desastres de la primera guerra mundial, se extiende por Europa un modelo de país industrializado pero muy autoritario y militarista de extrema derecha que culminó con la locura y aberración del III Reich de Adolf Hitler. El ejército argentino era por tradición muy germanófilo y a través de un nuevo golpe de estado primero y elecciones después llega al poder un militar argentino que encarna la mayor paradoja del siglo XX argentino, Juan Domingo Perón.

            En cualquier país occidental más o menos coherente el movimiento político que encarna los ideales de justicia social y defiende los intereses de las clases baja o trabajadoras es un movimiento de ideología más o menos izquierdista. En Argentina, país a contramano si lo hay, ese movimiento político fue germanófilo, moldeado a imagen y semejanza del fascismo de Mussolini y claramente de derechas. Pero su líder siempre fue muy astuto e inteligente y supo capitalizar las victorias sociales que los anarquistas y socialistas no pudieron conseguir antes, para afianzar su poder. Como por ejemplo el voto femenino de la mano de su carismática mujer, Evita. Manteniendo siempre características, más bien taras, constitutivas, como el culto o idolatría personalista, el caciquismo sindical leal o el militarismo estructural. Pero por otro lado intentó el primer y muy valioso intento de industrialización del país que incluyó grandes redes ferroviarias y la radicación de fábricas en industrias de manera más o menos federalista. Lamentablemente ese intento fue boicoteado por los sucesivos gobiernos opositores que se sucedieron al derrocamiento del régimen en 1955.

            Se volvió rápidamente al modelo latifundista con gran concentración de riqueza que intentó de diversas maneras sostenerse hasta el día de hoy.  Pero a partir de los años '60s y '70s el mundo tuvo un sorprendente giro hacia la izquierda, la revolución cubana, Allende en Chile, la primavera de Praga y otros sucesos lo protagonizaron.  Perón desde el exilio aprovechó esa oportunidad para revalidar su liderazgo en las nuevas generaciones pero hacia 1973 en su vuelta al país debió haber comprendido que la transición del peronismo hacia la izquierda no sólo se le había ido de las manos sino que era un peligro terrible para sus propias  y profundas convicciones ideológicas. Ocurren entonces los terribles acontecimientos de Ezeiza donde se evidencia por primera vez el sangriento choque ideológico que enfrentaba concepciones antagónicas del movimiento peronista.  En su tercer y último mandato Perón se recostó en su segunda mujer, Isabel Perón, ex copera de cabaret absolutamente incapaz de liderazgo alguno y un personaje siniestro, López Rega con lazos poco claros con mafias fascistas internacionales y movimientos ocultistas.  Poco después murió siendo presidente y  eso llevó rápidamente a una espiral de violencia tanto de izquierda como de derecha que precipitó  la sangrienta dictadura militar que duró hasta 1983. Dictadura que cometió desde la impunidad del estado un genocidio ideológico creando la tristemente célebre figura del desaparecido.

            Pero el modelo de país que impulsaba la dictadura militar y tal vez el último gobierno de Perón también, se seguía asemejando mucho al añejo modelo de país de la Confederación sureña.  Se actualizó un poco en las décadas siguientes, los latifundios se mezclaron con especulaciones financieras, el racismo hacia el indio se mezcló con el odio al obrero peronista, aparece la aporofobia, y las mismas familias que antes poseían la tierra ahora formaban parte de multinacionales que fugaban sus ganancias, de bancos que lavaban dinero o latifundistas que deforestaban salvajemente para imponer monocultivos regados tóxicamente con glifosato. Modelo sureño y latifundista de país, modernizado que es actualmente representado políticamente por la alianza Juntos por el Cambio, que en su ejercicio del poder realizaron el mayor incremento histórico de deuda pública con fuertes sospechas de fuga ilegal de capitales.

            La concentración de riqueza, el racismo y el odio al diferente o pobre, el orgullo desmedido de clase, el maltrato laboral a veces lindante con la esclavitud, el patriarcado negador de derechos y políticas de género y otras siniestras características siguen vigentes en la Argentina del siglo XXI.  La pandemia del Covid 19 sólo contribuyó, como si fuera un gigantesco foco de luz, a resaltar dichas desigualdades, egoísmos y mezquindades tanto individuales como sociales.

            Elegimos en algún momento del siglo XIX el modelo de país equivocado y pagamos las consecuencias hasta el día de hoy. En otras palabras el problema nunca fueron los 75 años de peronismo, que después de todo es sólo la torpe respuesta de derechas que pudo crear esta sociedad de frente al modelo de desigualdad latifundista; sino los 150 años de oligarquía y su consecuente concentración de riqueza extrema.

            Ya no creo que sea necesaria una revolución, ya que toda violencia es deleznable, pero un cambio de paradigma, una concepción desde tabula rasa de otro modelo de país son imprescindibles.

            Espero que Mao se equivoque y los cambios que eventualmente hagamos  fructifiquen rápidamente.

            Los condenados de la tierra lo agradecerían.

 

 

        

        

domingo, 20 de septiembre de 2020

La curación, enferma ?

              En la escena del arte contemporáneo actual es omnipresente la figura del curador de muestras. Los curadores de arte contemporáneo muchas veces contactan al museo o espacio de exhibición, consiguen los fondos, seleccionan los artistas, disponen el despliegue de las obras en el espacio y elaboran un discurso o eje temático que hilvana a toda la muestra. Como figura de poder han desplazado con mucho a los marchands o galeristas y todos o casi todos los artistas contemporáneos se desviven por estar bajo la égida de algún curador en boga.

            Muchas veces cuando recorro una muestra realizada por un curador ya sea en una bienal, un museo o una galería encuentro que en realidad se privilegia o se considera  más importante al discurso del curador que a las obras elegidas. Porque el curador en realidad está organizando una "meta-obra" de arte que es su propio discurso compuesto por las obras individuales de cada artista seleccionado.  Metafóricamente el curador compone una nueva obra, a la manera de un collage conceptual, utilizando manifestaciones artísticas preexistentes y las reordena o recontextualiza  para adecuarlas a su discurso.   De esta forma, la obra artística individual tiende a perder el significado original de su creador y pasa a ser una metáfora validadora de un discurso ajeno y seguramente independiente y muy posterior al momento inspirativo de su creación.

            El "argumento" elaborado por el curador puede ser concebido a priori y luego se sale a buscar al mundo creativo obras preexistentes que encajen o validen dicho argumento.  O tal vez la generación del discurso se va autovalidando y generando mientras el curador observa la creación contemporánea de arte de su entorno y va eligiendo las obras que le interesan.  Tiendo a creer que la primera opción es la más común ya que el discurso, muy teórico y conceptual de las "metaobras" curatoriales, muchísimas veces viene de campos diferentes, ya sean ideológicos, políticos, sociológicos e incluso psicoanalíticos y casi nunca se generan por ideas puramente estéticas.

           El problema es que la creación de muestras "curadas" implica un recorte realizado por una figura de inmenso poder que siempre va a constituir una visión sesgada de la realidad del espacio de creación artístico existente. En las bienales o grandes muestras colectivas a veces  importa no sólo  los artistas que están, a veces elegidos sólo para sumar su renombre al del curador; sino los que se dejaron de lado, que pueden ser igualmente significativos. Todo basado en una elección arbitraria que depende de una sola persona. Por lo tanto se configura un desplazamiento perverso del valor real de la obra de un artista contemporáneo hacia un valor conceptual dependiente de la potencial utilización o no de dicha obra en la construcción de un discurso externo construido desde afuera por un curador.

            Antiguamente la figura de poder era el marchand o el galerista que supuestamente elegía a los artistas contemporáneos basado en su propio gusto. Los galeristas solían tener un estilo, asociado a una cierta estética, y no un discurso conceptual que aunara a sus artistas. Pero esa figura de poder se ha trasladado a la figura del curador que necesita sí o sí de un discurso conceptual autovalidante para poder construir su espacio y su valía en la escena artística.

            Ese poder es cada vez mayor y como todo poder concentrado genera grandes inequidades.  La práctica artística contemporánea, por lo tanto se ve degradada a ser sólo un pieza de construcción de  un discurso de poder conceptual externo a ella.  Tal vez la curación no sea otra cosa que una enfermedad disfrazada. Pero cuál será la cura a la curación ?.

domingo, 9 de agosto de 2020

Tan certero y actual

    "Los seres humanos tenemos sesgos cognitivos, puntos ciegos en nuestro razonamiento que crean una distorsión. Aquí hay dos sesgos cognitivos tipificados como "sesgo de confirmación" y "efecto del falso consenso". El primero es la tendencia que tenemos todos a favorecer la información que confirma lo que ya creemos y despreciar la que nos contradice, independientemente de la evidencia presentada. El segundo es que tendemos a sobreestimar la popularidad de nuestro punto de vista, porque nuestras opiniones, creencias, favoritismos, valores y hábitos nos parecen de puro sentido común.

    El efecto que tiene la reagrupación algorítmica de las redes sociales que explota estos puntos ciegos es patente en las recomendaciones de grupos en guerra con la realidad. Si te unes al que defiende que la Tierra es plana, en seguida recibirás invitaciones a los de las estelas de los aviones que propagan enfermedades, el hombre nunca pisó la Luna y las vacunas son malas pero la homeopatía cura.

    Los grupos generan un entorno de consenso permanente, aislado del mundo real, donde la credulidad dentro del círculo es máxima y fuera del círculo es nula.

    El rasgo de pertenencia se arremolina en torno al rechazo al "el otro" y su deriva es racismo, genocidio, exterminio y deshumanización."

martes, 2 de junio de 2020

Kilkelly


            En algún momento entre fines de los años 70's y principios de lo 80's, el cantautor norteamericano Paul Jones descubrió un viejo manojo de cartas en el ático de la casa de sus padres en Bethesda, Maryland.
            Eran cartas centenarias escritas por el padre de su tatarabuelo, Byran Hunt,  en Kilkelly, Irlanda a su hijo emigrado a Estados Unidos, el antepasado del cantante. Estaban fechadas entre 1858 y 1892.
            John Hunt, el destinatario de las cartas había emigrado en busca de oportunidades a Estados Unidos en 1855 y trabajaba en la construcción del ferrocarril, trabajo bastante riesgoso en la época.
            Como Byran Hunt era analfabeto las cartas estaban escritas por el maestro de escuela de Kilkelly en Irlanda, llamado Pat Mc Namara. Dichas cartas contenían noticias de nacimientos, muertes y casamientos así como de las pobres cosechas de la época que provocaron la gran hambruna de Irlanda. La última carta, escrita en Febrero de 1892 está escrita por el hermano de John Hunt, informando la muerte de su padre, que preguntó por él hasta el final.
            Están escritas en un estilo muy austero, casi telegráfico pero aún así se trasluce la inmensa tristeza, la pobreza y el desarraigo de los inmigrantes. Temas dolorosamente actuales. En la última carta, el hermano de John Hunt al referirse a la muerte de su padre cuenta que conservó el buen humor y el ánimo hasta el final y hasta comenta su extrañeza ante ese hecho dada la "dura y triste vida que había vivido".
            En todas las cartas se expresa el deseo de volver a ver al destinatario, pidiéndole que vuelva alguna vez de visita a Irlanda.
            Paul Jones hizo una hermosa y melancólica balada en 5 estrofas o "stanzas" usando parte de las cartas como letra. Cada estrofa empieza "Kilkelly, Irlanda" y el año.
            La canción emociona a gentes de todo el mundo porque el dolor, la pobreza y el desarraigo son universales. No importa cuán alejados estemos del siglo XIX y de Irlanda,  Todos nos parecemos en el dolor, tal vez nos diferenciemos en la alegría, pero esta es mucho más escasa, aunque tan necesaria.
            Qué otra cosa se puede hacer con tanta tristeza? Es el arte la única salida? Alcanza para sanar el dolor ?  Por supuesto que hizo una obra de arte, pero es suficiente ?  Todo lo que queda del infinito dolor humano son unos melancólicos versos?
            John Hunt nunca volvió a Kilkelly.

https://youtu.be/G-DxH-EcuWc


viernes, 9 de noviembre de 2018

Apuntes para una descripción crítica de la cotidianeidad actual

Tal vez sea la edad, tal vez no; pero lo político atraviesa casi toda mi percepción de la realidad cotidiana. Realidad que en un país como el nuestro nos modifica, oprime y condiciona constantemente debido a sus recurrentes y devastadoras crisis.
El poder de los medios de comunicación junto con sus modernos aliadas, las redes sociales y sus modernísimos aliados como la IA condicionando la big data recogida de la miríada de celulares inteligentes; es enorme y casi siempre oculta más que brinda la verdad objetiva. En todo caso dicha verdad es una construcción interesada y guiada por intereses multinacionales económico-políticos que se impone como discurso a través de las brillantes pantallitas de smartphones que todos parecen estar mirando en una virtualidad universal.
Considero que nuestra percepción de la realidad y nuestro pensamiento crítico y escéptico, pilares de un pensamiento científico y racional se ven seriamente amenazados por usos y costumbres cotidianos que no son otra cosa que imposiciones de discursos de poder “alla Foucault”. Estos usos producen inadvertidamente una serie de síntomas o falacias que me gustaría intentar y analizar sin pretender ser del todo exhaustivo y profundo.

La omnipresencia de lo dicotómico
 En nuestra percepción actual todo es blanco o negro resultando ubicuo el pensamiento del opuesto. Si no sos A seguro sos –A o peor aún si sos –A seguro sos A. En palabras de la política argentina actual, “si criticas al gobierno actual, (de la coalición Cambiemos) seguro sos partidario del régimen anterior, el peronismo kirchnerista”. Cualquier cosa se define por su opuesto lo que lleva a operaciones políticas sumamente endebles pero exitosas como un triunfo electoral apoyado en el odio y rechazo visceral a una gestión y no a una propuesta específica. Pero ese rechazo al rival de mañana puede fácilmente convertirse en el motor de la derrota propia en el futuro. Hace faltan conceptos matemáticos o de ciencias computacionales como la fuzzy logic o lógica difusa que se aparta de valores dicotómicos y se basa en lo relativo de lo observado contextualizando siempre. En otras palabras se define un espacio de probabilidades para definir un modelo de la realidad que se adapta más al fluido devenir de la misma. Otro problema derivado de ver todo como pares opuestos es la creación de patrones de causalidad cuando no los hay. Si todo es lo opuesto de algo, todo también es o la causa o la resultante de algo. Claramente tiene que ver con la estructura de nuestro cerebro que todo el tiempo trata de reconocer patrones, aún donde no los hay, ya que desde tiempos inmemoriales demostró ser una ventaja evolutiva de la mente. Pero en la realidad cotidiana no solemos ver sucesos independientes como tales sino como relaciones de causa y efecto. De ahí a las teorías conspirativas y la paranoia hay un paso muy corto. El rechazo profundo a la aleatoriedad de la existencia es una razón profunda para que este patrón que se repita una y otra vez, pero está siendo exacerbado en nuestra cotidianeidad digital. Muchas, pero muchísimas cosas pasan o existen por puro azar o y tienden a desordenar entrópicamente el mundo en el que vivimos.
  
Prevalencia de la imagen por sobre la palabra
 La imagen ha pasado a tener una importancia superlativa. A pesar de toda la importancia de la palabra y el lenguaje que nos estructura y define nuestro pensamiento, la imagen ha pasado no sólo a ser omnipresente sino a ser más valiosa, más pregnante y por lo tanto más útil para la imposición de discursos o ideas desde el poder.
En publicidad podemos hablar miles de palabras sobre las bondades de un auto deportivo de ultimísima tecnología pero una mega imagen en un led gigante de una mujer joven semidesnuda y voluptuosa abriendo la puerta de ese auto colocada en una avenida transitada de una megalópolis va a vender más autos que cualquier otra cosa. Y de paso cosifica y denigra la femineidad como si fuera un producto adicional incluido en el paquete. Este fenómeno de prevalencia de la imagen en muy poderoso en la redes sociales; que recordemos empezaron como blogs, textos largos, siguieron con Twitter, textos muy cortos; con Facebook textos y fotos, muchas fotos y actualmente todas esas redes están siendo desbancadas por Instagram, fotos y casi sólo fotos, textos casi nada.
La imagen ayuda, fortalece y hace increíblemente pregnante una idea. ¿Acaso el cristianismo no le debe gran parte de su éxito en la difusión en la Europa semi bárbara y analfabeta de la Edad Oscura a la poderosa imagen de una hombre semidesnudo agonizando sobre un árbol? Para un celta, un germano o un romano dicha imagen le remitía a sus propias leyendas apelando tanto al erotismo como a la morbosidad subliminal.
En épocas más recientes me pregunto si el Che Guevara sería tan ubicuamente conocido si Korda nunca hubiera sacado su famosa foto, reproducida hasta el infinito en banderas y remeras. O en la Argentina más reciente el caso de Santiago Maldonado se agigantó y motorizó no tanto por la sospecha de un estado asesino sino por la ubicua foto crística del muerto que con una sugestiva mirada seducía por doquier.

Mediatez en todo. 
 Todo está mediatizado porque todo es más fácil si se realiza a través de algo, lo que engaña a la mente que se ve relevada falsamente de compromisos y responsabilidades. Somos capaces de insultar y denigrar muy violentamente en Facebook pero jamás seríamos capaces de decírselo a otro cara a cara. Esa mediatización hace que el lado más morboso, más salvaje e incivilizado salga a pasear rampante diseminando como un virus maligno las redes sociales. El cerebro se engaña y podemos disfrutar de la adrenalina de una buena pelea o discusión insultante desde la seguridad absoluta de estar conectados sólo a una pantalla más o menos luminosa y a un teclado. Las redes sociales democratizan y facilitan el odio, la agresión y lo que es peor, la psicopatía. Cualquier persona con sus facultades mentales alteradas puede crear perfiles falsos y realizar todo tipo de actos violentos, intimidatorios o delictivos sin dejar demasiado rastro y ciertamente sin sentir responsabilidad alguna. En los medios de comunicación masivos también se relativiza todo y se termina presentando situaciones espeluznantes como la guerra, el racismo, la segregación de inmigrantes o los ataques terroristas como un gigantesco espectáculo morboso a nivel global. Recordemos lo parecido a un video juego de Play Station que eran las imágenes de la guerra de Iraq.  Mucho estallido y ruidos pero de sangre en primer plano nada. Y el dolor humano en primer plano es lo que deberíamos ver siempre, por lo menos para tratar de evitarlo. Nefasta mediatización.

 
Superficialidad de todo y no tolerancia a la diversidad
 La mediatización universal conlleva además la generación de una superficialidad general. Las relaciones humanas tienden a ser cada vez más superficiales a veces bajo una capa de excesiva cortesía o falsa felicidad (“está todo bien!!”) que termina marcando más la distancia entre dos psiquis distintas. También se empieza a generar, a través de dicha superficialidad donde todos nos terminamos pareciendo; una peligrosísima intolerancia a lo diferente, a la diversidad que de todas maneras siempre existe.  Al ser tan superficiales tendemos a ver todo igual y a identificarnos con grupos, personas o perfiles que erróneamente percibimos como iguales a nosotros. Ese proceso se retroalimenta de forma tal que cuando nos encontramos con alguien ligeramente diferente; un judío, alguien con pelo largo, un comunista; reaccionamos con discriminación intolerancia o directamente violencia.  La aprensión de la diversidad infinita de la experiencia humana es parte del desarrollo de cualquier persona medianamente desarrollada pero se ve muy obstaculizada por la imposición de formas de relación totalmente superficiales tanto en las redes sociales como en la vida cotidiana (“Todo bien, no?”  y por supuesto nadie espera respuesta y mucho menos una negativa)
Hasta el amor o el encuentro sexual se encuentran mediatizados desde lo superficial con aplicaciones como Tinder en una tendencia cada vez mayor a la pereza y el abandono progresivo de la seducción, esa poderosa herramienta que sublimada nos dio buena parte del arte y la poesía universales.

Exacerbación del individualismo 
Se impone también una nueva moral, muy subliminal pero perversa que exacerba el individualismo y desdeña por completo los conceptos de prójimo y la solidaridad social.
“Sólo importo yo y no los demás”, “Si yo me salvo qué me importa el resto” y pensamientos como éstos, tan criticables desde la más mínima ética son cada vez más comunes y van a terminar constituyendo la norma, violentamente pasivo agresiva.
El pasar primero con mi auto aunque le corresponda a otro, el colarse en una fila y tantos otros comportamientos de micro hijadeputez no una forma impuesta de destruir una de las cualidades más hermosas del animal humano, la empatía. La capacidad de ver al otro, de ver qué necesita, de ayudarlo, de perdonarlo, son formas emocionales valiosas que van más allá de cualquier religión y deberían ser parte obligatoria de un humanismo cotidiano. Buenos Aires está particularmente afectada por la exacerbación del individualismo egoísta, tal vez por su pasado de ciudad delincuente y contrabandista; y se maneja con mucha hipocresía sin ver la destrucción permanente del espacio público que es el espacio de los demás. Es tan okupa delincuente el puntero peronista que lotea terrenos fiscales para armar una villa a precios de inmobiliaria palermitana como el gerente que estaciona en doble fila durante media hora su 4x4 gigante japonesa para ir a buscar al colegio privado a sus hijos.  En el mejor de los casos estamos frente a una moral de egoísmo ampliado, “yo, mis hijos, mi familia, mis amigos, tal vez los que piensan exactamente lo mismo que yo, y todo el resto que se joda”. 

  
Necesidad de la otredad atemorizante 
El egoísmo violento necesita de algo que lo justifique y eso genera la necesidad ineluctable de un otredad atemorizante. La ignorancia de lo otro produce miedo y el miedo produce egoísmo, rechazo y violencia. Siempre se necesita ver a algún otro como el culpable de todo lo que nos pasa y cuando más diferente sea, mejor. La otredad atemorizante podrán ser los “cabecitas negras peronistas”, “los banqueros de la sinarquía judía internacional”, “los terroristas fanáticos musulmanes”, “los bolitas y perucas chorros inmigrantes”, “las cucarachas planeras K” o “los gorilas vendepatrias de la patria financiera” “las feminazis aborteras”.  Cualquiera, no importa. Sólo importa para la construcción de un discurso mediático y digital que termina siendo un calmante aglutinante contra la inseguridad generalizada. “Qué suerte que yo no soy el otro”. Es decir qué suerte que no soy pobre, o negro, o incluso mujer. Mientras tanto, y muy progresivamente, todos somos cada vez más ignorantes, prejuiciosos, discriminatorios, machistas, gorilas o antiperonistas y nos definimos por emociones de exclusión y de violencia solapada.
Claro así nos vamos convirtiendo de a poco en el consumidor perfecto que compra lo que le dicen que compra, sin importar el precio, y el votante perfecto vota lo que le dicen que vote, sin importar los hechos.

 


Justo, justo lo que el poder desea para nosotros.

¿Y nosotros, qué deseamos?




jueves, 1 de junio de 2017

Silencio


Acabo de terminar de leer "Silencio", novela publicada en el año 1966 pero reeditada a partir de la película de título homónimo de Martin Scorcese recientemente estrenada.  Silencio (沈黙 Chinmoku, japonés para "Silencio")  de ficción histórica escrita por Shūsaku Endō.  Un joven jesuita portugués, Sebastião Rodrigues (basado en el personaje histórico Giuseppe Chiara), es enviado a Japón para socorrer a la Iglesia local que sufría una terrible persecución en la época de los Kakure Kirishitan ("cristianos ocultos") que siguió a la derrota de la rebelión de Shimabara en 1637.  También debe investigar las denuncias de que su mentor, el padre Cristóvão Ferreira, ha cometido apostasía.4 (Ferreira es una figura histórica, que apostató después de ser torturado y más tarde se casó con una japonesa y escribió un tratado contra el cristianismo.)


Fray  Rodrigues y su compañero Fray  Francisco Garpe llegan a Japón en 1638. Allí se encuentra con la población cristiana local en la clandestinidad. Los funcionarios de seguridad obligan a los que se sospechan de ser cristianos a pisotear el fumie, que eran imágenes de Cristo y la Virgen María toscamente talladas. Los que se niegan son encarcelados y asesinados por anazuri (穴吊り), colgando boca abajo sobre un pozo y poco a poco van sangrado. Aquellos cristianos que pisan la imagen para permanecer ocultos están profundamente avergonzados por su acto de apostasía. La novela relata las tribulaciones de los cristianos y la creciente penuria sufrida por Rodrigues, que aprende más sobre las circunstancias de la apostasía de Ferreira. Por último, Rodrigues es traicionado por el Judas japonés de nombre Kichijiro. En el clímax, cuando Rodrigues pisa un fumie, Cristo aparenta romper su silencio:


"Sin embargo, el rostro era diferente de aquel en que el sacerdote había mirado tantas veces en Portugal, en Roma, en Goa y en Macao. No fue Cristo cuyo rostro estaba lleno de majestad y gloria, tampoco era un rostro embellecido por la resistencia al dolor, ni tampoco era una cara con la fuerza de una voluntad que se ha rechazado la tentación. El rostro del hombre que luego quedó a sus pies [en el fumie] fue hundido y totalmente agotado ... La tristeza que había mirado hacia él [Rodrigues] como los ojos hablaban suplicante: 'Pisotea! Pisotea!" 


Existen sutiles diferencias entre la novela y el libro, a pesar de ser tanto el novelista como el cineasta católicos fervorosos. La película tiene un retrúecano final que explicita lo que en la novela está sólo sugerido pero tanto en ambas el tema del silencio de dios aparece una y otra vez. Cómo dios permanece en silencio cuando sus seguidores sufren, son perseguidos y torturados por su fe en él frente a su cruel impasibilidad. ¿No será que el silencio de dios frente a las súplicas y rezos durante tanto tiempo no resulta simplemente del hecho de que no hay nadie que las escuche ? Pero si dios no existe, y de ahí su monstruoso silencio, sería una idea tan aterradora, arrasaría de forma tan despiadada todo el sentido simbólico de la existencia; que resulta absolutamente prohibida a la vez que temida.
Un dios que nunca responde no debería ser un dios merecedor de creencia, pero a pesar de todo la fe es irreducible. Mandamos tantos mensajes al ser divino y éste nunca clava un "doble tilde azul", chiste millenial.
 Otro tema de la novela es el de si realmente el cristianismo puede "prender" y echar raíces en Japón debido a su tremenda diferencia cultural. Según Endo la cultura japonesa está embebida de tres desprecios fundamentales. Los japoneses permenacen indiferentes a dios, al pecado y a la muerte. Eso tal vez hace que las ideas cristianas tras siglos de occidentalización forzada, no puedan ser ni siquiera comprendidas por la cultura nipona. El Deus de los jesuitas portugueses termina siendo traducido con la palabara que designa al dios sol del Shinto según explica el apostatado padre Ferreyra. También es muy interesante destacar que después de la persecución el cristianismo siguió oculto por más de doscientos años en el Japón pobre y rural.


Kakure Kirishitan (隠れキリシタン? japonés para "cristiano oculto") es un término para referirise a un miembro japonés de la Iglesia Católica que pasó a la clandestinidad luego de la Rebelión de Shimabara en la década de 1630. La historia cuenta que dos campesinos, Hichiemon y Magoemon eran dos amigos que se criaron como cristianos. Un día Magoemon le propuso a Hichiemon a ir a pescar al Río Urakami. Ninguno de los dos sabía si el otro había abandonado la fe. Entonces Magoemon le propuso a Hichiemon crear una organización clandestina para preservar el cristianismo en Japón. Los dos amigos se dirigieron al pueblo para preguntar a cada uno de los aldeanos si aún eran cristianos y entonces formaron una organización con un mizukata que se dedicaba a bautizar a los niños, un chokata que se dedicaba a mantener el calendario litúrgico y una persona que era el jefe de la comunidad cristiana, un puesto que heredaba el hijo mayor de la familia; todos eran laicos ya que ya no existían sacerdotes en Japón.


Esta "Iglesia de las Catacumbas" adoraba en cuartos secretos y en sus hogares. Al pasar el tiempo las figuras de los santos y de la Virgen María fueron transformados en figurines se asemejaban a las tradicionales estatuas de Buda y de los bodhisattvas. las plegarias fueron adaptadas a los cantos parecidos a los budistas, manteniendo muchas palabras sin traducir del Latín, Español y Portugués. La Biblia se pasaba tradicionalmente, debido a que las versiones impresas eran confiscadas por las autoridades. Debido a la expulsión de los sacerdotes, la dirección de los cristianos quedó en manos de laicos que bautizaban a los nuevos cristianos.


La Virgen María era conocida como nandogami o la madre en la alacena ya que la imagen la colocaban en las alacenas del hogar. Cada Año nuevo japonés los cristianos eran obligados a pisar imágenes de la Virgen María y otros santos para probar que no eran cristianos.9 Estas imágenes eran conocidas como fumie y en ella se dibujaban imágenes de Cristo y María a las que debían pisar. En caso contrario se los ejecutaban. Muchos eran asesinados arrojándolos en el volcán del Monte Unzen. 

En 1865 el sacerdote francés Bernard Petitjean edifica una parroquia en Urakami, en las afueras de Nagasaki, para el uso exclusivo de los europeos. Los sacerdotes europeos le habían dejado dicho a los japoneses 200 años antes, algo que sería utilizado como una señal y que ellos preservaron oralmente:

La Iglesia retornará al Japón, y ustedes lo sabrán por estos tres signos: los sacerdotes serán célibes, habrá una estatua de María, y ellos obedecerán al Papa-sama en Roma. 

El 17 de marzo de 1865 Petitjean encontró a 15 japoneses en la puerta de la parroquia.13 El grupo de visitantes se veían asustados. Uno de ellos, de nombre Pedro, se presentó como catequista y preguntó si Petitjean era obediente del "gran jefe del Reino de Roma" y si "no tenía hijos". Luego de que Petitjean respondiera afirmativamente, Pedro dijo feliz que "en casa (Urakami) todos son como nosotros. Todos tienen nuestro mismo corazón". . En 1895 se inicia la construcción de la Catedral de Urakami que culmina en 1917. El 9 de agosto de 1945 la bomba atómica cayó a solo 500 metros de la catedral destruyéndola casi en su totalidad.

 Los misioneros instaron a los kakure a que abandonaran las prácticas paganas, pero sólo la mitad de los kakure decidieron abandonar las antiguas tradiciones y adoptar la ortodoxia católica. Los kakure que mantuvieron las prácticas sincréticas fueron conocidos como "hanare kirishitan" (離れキリシタン,) o "cristianos separados".

Muchos cristianos escaparon a islas aisladas para no apostatar de su fe, otros se refugiaron en el Valle de Urakami. Los cristianos se quedaron sin sacerdotes y los laicos se organizaron como pudieron. Designaron a un hombre para bautizar, a otro para mantener el conteo del calendario litúrgico y a un jefe de la iglesia o chokata.

El jesuita Diego Yuuki define a la fe de los kakure como "una mezcla de Budismo, Shintoísmo, Animismo y lo que los kakure piensan que es Catolicismo. Ellos no tienen Biblia. El significado de la Trinidad para ellos se ha perdido."

Los kakure tenían un texto llamado el Tenchi Hajimari no Koto o el "Origen de los Cielos y la Tierra". En el Tenchi Maruya (la Virgen María) nace en Rusun (Roson o Luzón). el rey de Rusun corteja a Maruya pero ella decide mantenerse virgen y entonces asciende a los Cielos para escapar del acoso del rey que muere de pena. Deusa o Dios le pide a Maruya que vuelva a la tierra para que da a luz a un niño. Maruya acepta y Deusa desciende en forma de mariposa que entra por la boca de Maruya y esta concibe y tiempo después da a luz a un niño en el pueblo de Beren o Belén.

Claramente la separación total de la fuente de las creencias, en este caso los misioneros occidentales, dejó aislados a los kakure y a los hanare que siguieron evolucionando hacia una forma muy sincrética y rara de cristianismo que ya no podría tildarse de tal, de acuerdo al Tenchi Hajimari no Koto.  Es decir una religión implantada por gentes de otra cultura venidos de lejos, convence a campesinos y pescadores miserables y analfabetos, casi esclavos. Estos son rápidamente perseguidos y asesinados por un régimen central militarista y cruel que intenta extirparlos por completo dando lugar a un sinfín de absurdos martirios. Durante más de 200 años permanecen en secreto manteniendo lo que pueden de sus practicas religiosas en la clandestinidad total y repitiendo sus ritos y creencias de forma oral casi siempre. 
¿No es ésta la descripción perfecta del cristianismo de los primeros 250 años de su historia en Roma ? Pasó exactamente lo mismo, en vez de campesinos y pescadores fueron esclavos y legionarios analfabetos. En vez de ser asesinados por samurais lo eran por pretorianos y en vez de refugiarse en alejadas islas del archipiélago japonés lo hacían en las catacumbas de Roma.

Tal vez  el  inquisidor japonés y el padre Ferreyra tenían razón, los japoneses nunca entendieron el cristianismo. Y los Kakure y los Hanare Kirishitan generaron una religión que es una deformación que en nada se parece al original.
¿No habrá pasado lo mismo con el cristianismo primitivo?  Esclavos y legionarios analfabetos en un lugar muy alejado del origen, de hecho la patria de los ejecutores de la muerte de su oriental fundador,  pervirtieron y deformaron a su gusto una religión que nunca entendieron demasiado ya que venía de un contexto, Medio Oriente, muy distinto al de ellos.  Nunca nadie entiende demasiado algo muy diferente de su cultura, ni los pescadores japoneses del siglo XVII ni los esclavos grecorromanos del siglo II cuando alguien les habla de una religión de más allá los mares.  EL rey de Rusun cortejando a la virgen María sería tan alejado de la prédica hipotética de un rabbí judío como las bulas de los papas romanos. 

Y eso es lo que hoy conocemos como cristianismo.  


Apéndice Musical

El musicólogo Tatsuo Minagawa, realizó una investigación en los archivos europeos y encontró una gran cantidad de obras religiosas europeas que aún cantan los kakure.Una de las características que distinguen a los “cristianos escondidos” actuales es la conservación de una serie de oraciones que ellos llaman ‘orasho’, palabra que se supone que se ha derivado del vocablo latín ‘oratio’. 

‘Orasho’, para ellos, son las oraciones, rezadas o cantadas, que han sido transmitidas de padres a hijos primero en clandestinidad durante doscientos cincuenta años en la época de la persecución del cristianismo en Japón y después dentro de las pequeñas comunidades que optaron por mantener esos usos religiosos sin reintegrarse a la iglesia católica durante unos ciento cincuenta años hasta la actualidad.

En la época en que estaba prohibido el cristianismo, la labor de transmisión de su ‘orasho’ constituía una de las obligaciones fundamentales de los “cristianos escondidos” y fue llevada a cabo con el máximo sigilo y cuidado. No se debía copiar ni anotar nada en un papel. Todo se aprendía oralmente, boca a boca. Dicen que en su época el que aprendía el ‘orasho’ se metía debajo de un edredón con su preceptor para que no se les oyera nada y siempre colocaban a un compañero de vigilante en el portal de la casa. Y el período de este aprendizaje se limitaba a ‘la época triste de primavera’ como llaman ellos, es decir durante la época de la cuaresma. Y si no se conseguía aprenderlo todo en este limitado espacio de tiempo, se tenía que dejar la labor para el siguiente año. 

Concretamente en la pequeña isla de Ikitsuki, con extención de unos 17 kilómetros cuadrados, de la región de Nagasaki, existe un reducto de los antiguos “cristianos escondidos” con su ‘orasho’ muy característico y bien conservado.

Gracias a Tatsuo Minagawa, podemos conocer y escuchar los rezos del ‘orasho’ en forma de CD con las grabaciones realizadas por unos ‘cristianos escondidos’ de avanzada edad de la isla de Ikitsuki. Su ‘orasho’ está compuesto por tres cantos y una treintena de oraciones, algunas en japonés y otras en un lenguaje irreconocible, quizás en latín deformado por tantos siglos de transmisión oral por medio. El prof. Minagawa primero consiguió identificar dos de los tres cantos que forman parte de este ‘orasho’ con los cantos religiosos que aparecen impresos en el “Manuale ad Sacramenta” publicado en Nagasaki en 1605. Por ejemplo, uno de ellos que lleva el título de ‘Raodate’ en el ‘orasho’, tiene su origen en el canto religioso de “Laudate Dominum Omnes Gentes” cuya partitura aparece en dicho libro de 1605 con la letra sacada de un pasaje de los Salmos. 

Sin embargo, en cuanto al tercer canto llamado “Gururiyoza” transmitido por ellos, no había podido identificarlo con ninguno de esos cantos standard que se solían cantar en la iglesia católica en aquella época. Y finalmente en 1982 el Prof. Minagawa encontró en la Biblioteca Nacional de Madrid una antigua colección de cantos religiosos publicada en 1553 con la partitura original de un canto religioso regional de España que lleva el título de “O Gloriosa Domina” y descubrió que tanto su melodía como su letra en latín ofrecían unas similitudes increíbles con el “Gururiyoza”. Es decir, no cabía duda de que el vocablo ‘gloriosa’ del latín se había convertido en el indescifrable vocablo ‘gururiyoza’ del ‘orasho’ en estos cuatrocientos años largos de transmisión oral. 



https://www.youtube.com/watch?v=oWTC6xa-3i8


domingo, 26 de marzo de 2017

Idus de Marzo

Lo que es más extraordinario aún es que un vidente le había advertido del grave peligro que le amenazaba en los idus de marzo, y ese día cuando iba al Senado, Julio César encontró al vidente y riendo le dijo: «Los idus de marzo ya han llegado»; a lo que el vidente contestó compasivamente: «Sí, pero aún no han acabado».
Plutarco


Marzo de 2017 está siendo un mes ominoso para la Argentina, mi país. Por primera vez en la historia un gobierno de derecha, o mejor dicho de corte neoliberal en lo económico y conservador en lo político; ha llegado al poder sin la ayuda ilegal de un golpe organizado por las Fueras Armadas.  Lo ha hecho en cambio, aliado con el mundo empresarial tanto financiero como multinacional y el sector agrícola ganadera mutado a la partir de la vetusta oligarquía tradicional en un monocultivo sojero y alimenticio.
Tal vez se parezca el gobierno actual a la situación previa al primer golpe militar, el de Uriburu en 1930; situación donde el poder conservador se apuntalaba con las empresas de la época, los dueños de las tierras, las vacas y las ovejas. Más un siglo después seguimos siendo un país que desprecia los recursos humanos del mismo y se dedica a producir materias primas para que las clases altas puedan comprar productos industriales de importación muchas veces realizados con nuestras propias materias primas. Y las clases medias y bajas se conforman con los productos de segunda calidad de China o Taiwán. El desarrollo industrial, la elaboración nacional de nuestros insumos, la investigación tecnológica, todo eso te lo debo.
Dos marchas gigantes anti oficialistas arrojan sobre el tapete temas candentes de nuestra sociedad,  la de los docentes y la del 24 de Marzo.
La educación pública gratuita y de excelencia es un deber de cualquier estado democrático al que los ciudadanos no debiéramos jamás renunciar.  Pero claro, como siempre el problema es el vil metal. Según el gobierno actual, el anterior, un peronismo devenido kirchnerismo, le dejó un país en bancarrota por lo que se le hace imposible ajustar las paritarias de los sueldos de los docentes públicos a las pretensiones de los gremialistas que tratan de acercarse lo más posible a los salvajes índices de inflación.  Es bastante cierto que la economía argentina está es un estado desastroso y que las arcas públicas no dan abasto para satisfacer dicha demanda. Pero sí lo están para condonar retenciones a sectores muy favorecidos como los latifundios agrarios ?  O para no gravar la renta financiera de los bancos multinacionales, que desde hace más de una década ven crecer sostenidamente sus ganancias que por supuesto se remiten a sus casas matrices ? O para seguir eximiendo al Poder Judicial, cada vez menos indendiente del odiado Impuesto a las Ganancias.
Pero el problema va mucho más allá de un simple arqueo de caja. Tiene que ver en mi modesta opinión en qué tipo de sociedad queremos tener. Hay profesiones, a mi juicio que son inmensamente valorables, el bombero es el que te salva, el médico es el que cura, el payaso es el que te hace reír y el maestro es el que te educa de niño.  Ni hablar de otras profesiones, el militar que te mata, el policía que te reprime o el político que legisla en contra tuyo.  Pero esas profesiones valorables, oh casualidad ! son de las peor pagas en muestra sociedad.
Que un gerente de banco gane diez veces más que un maestro de primaria es una muestra clara de la perversión del capitalismo, pero poco o nada se puede hacer en contra de eso ya que se mueve dentro del ámbito estrictamente privado. Pero que un diputado o senador gane más de diez veces más que un maestro es una perversión espantosa del sistema democrático y nos compete a todos ya que no debemos olvidar que los políticos en ejercicio son servidores públicos.
Repetiré hasta el hartazgo el concepto de servidor público,  los gobernantes de turno son servidores públicos de todos los ciudadanos y la diferencia entre el simpático barrendero pelado de mi barrio y el presidente de la Nación es cuantitativa y no cualitativa.  Por lo tanto es una distorsión abyecta que los servidores públicos de una clase, que no brilla demasiado por sus logros, ganen tanto más que otros que lo necesitan. No sé si lo merecen pero eso es otro tema.
Además la insoslayable transparencia de todo servidor público es una exigencia que la sociedad toda debiera tener con nuestros gobernantes. La clase política está llena de imputados, procesados, sospechados e incluso condenados por un sinfín de delitos políticos y económicos. En otros países, Islandia por ejemplo, la ciudadanía obligó al primer ministro a renunciar por el caso de Panamá Papers que salpica al presidente actual también y a nadie parece importarle mucho. Evidentemente tenemos que elevar mucho la vara moral para con nuestros representantes y también para con nosotros mismos.
En este país hubo no uno, sino dos atentados terroristas mucho antes de que se convirtiera en una nefasta moda global y al día de hoy nada sabemos de quienes fueron sus responsables.  Tal vez algo sí sabemos, los sucesivos gobiernos han sido por lo menos cómplices de encubrimiento de esos crímenes aberrantes que nada han hecho para esclarecerlos.
Pero volviendo a la marcha de los docentes, por supuesto algunos tratan  de convertirla en una manifestación a favor del gobierno anterior y en contra del actual. Por supuesto que algunos exacerbados muestran helicópteros como sugerencia de traslado express por fuera de la Casa Rosada.  La politización y manipulación de reclamos sociales no es nuevo y siempre sucedió. Y los exabruptos son condenables ya que nuestra democracia sigue siendo endeble e infantil aunque ronde la cuarentena.  Pero que todo ese ruido no nos distraiga del problema real que consiste en qué tipo de papel y valoración queremos que tenga la educación en nuestra sociedad independientemente de los problemas ecónomicos circunstanciales.  Tal vez al poder le guste que existan nuevas generaciones de ignorantes cada vez más estúpidos; no nos olvidemos que un imbécil es el votante y el consumidor perfecto; vota a quien querramos y compra lo que le vendemos.
El otro tema que nos atraviesa en los Idus  de Marzo son los años 70 y la dictadura militar.
Se ha hecho hincapié en el tema del número de desaparecidos y decir que fueron 30.000 es una bandera de un sector y decir que sólo fueron unos 9.000 una bandera del otro.
Un asesino si mata a uno o a diez millones sigue siendo un asesino. La cantidad es en todo caso un agravante terrible.  Es verdad que el informe “Nunca Más” contabiliza poco menos de 9.000 casos de asesinatos.  Pero fue realizado a mediados de los 80 cuando los militares todavía conservaban mucho poder estaban indignados por estar fuera del poder.  Hubo no uno sino dos intentos de golpe militar, los “carapintadas”  e incluso en una fecha mucho más reciente se sospecha del asesinato de un testigo clave en sus juicios como lo fue López.  Por eso es más que probable que la cifra fuera muy minimizada, casos de gente que no se atrevía a denunciar, por miedo a represalias, casos que desconocemos porque no hubo ningún familiar sobreviviente o casos de gente tan castigada que nunca hizo nada.  Por otro lado nunca, repito nunca, la dictadura argentina desclasificó sus archivos y no sabemos su propia contabilización, que como prolijos filonazis que era, seguramente habrán llevado.  Sin embargo existen documentos de origen chileno desclasificados por los EEUU que indican que hacia 1978 llevaban computados 22.000 desaparecidos.  Faltaban cinco años más por lo que es muy probable que se llegue a la cifra de 30.000 o incluso se la supere.
También el hecho de insistir en los 8.000 es peligroso porque es un primer pasito a desestimar o minimizar el horror del hecho y también se trata de desclasificarlo como genocidio. No soy un experto en Derecho Internacional pero creo que la definición de genocidio se basa en un plan sistemático de exterminio y no en una cifra determinada.
Por último el agravante principal y que nadie parece recordar es que el que cometió los asesinatos fue el Estado, el que debería ser garante de la seguridad de sus ciudadanos. La indefensión y la impunidad del horror de ejercer persecuciones desde el Estado son un agravante a mi juicio mucho más terrible que mil o dos mil muertos más o menos.
También es importante destacar la participación civil en los asesinatos de los 70 de la sociedad civil; el empresario que se aliaba con los milicos para deshacerse conveniente de los empleados gremialistas conflictivos, pienso en Los Blaquier, los Ledesma, los Navajas Artaza etc etc.  Pero como siguen siendo parte de la clase dominante económica argentina se pueden aliar siempre con el poder de turno y mucho más con el actual de neto corte liberal y conservador.
Existe responsabilidad que incluye también a las organizaciones terroristas. El ERP, Montoneros y otras fueron organizaciones armadas que también cometieron asesinatos en sus intentos de hacerse con el poder o de realizar la tan soñada revolución. Dicha revolución extrañamente teñida en el caso de Montoneros de peronismo y cristianismo tercermundista.
Pero no no olvidemos que Perón al volver al país organizó la derecha peronista con monstruos como Osinde y Bidegain y luego se apoyó en uno de los personajes más siniestros de nuestra historia, López Rega.  Es innegable que Perón sabía de la triple AAA y que hasta haya sido una creación de él puesta en practica por su nefasto ministro.  La AAA fue el huevo de la serpiente y cuando el Proceso de Reorganización Nacional empezó su tarea de exterminio, el aparato de exterminio ya estaba montado armado y funcionando aceitadamente.
Hasta cuándo la sociedad argentina en general y el peronismo en particular seguirán negando lo innegable ?  Se nos van muriendo los testigos cruciales,  López Rega en Suiza, Leonardo Favio.
Porqué ningún fiscal de la Nación tienen los huevos suficientes para convocar a Comodoro Py a Firmenich y sobre todo a Isabelita Martinez de Perón ?
Pero claro, la “omertá” justicialista grafitea el centro de la ciudad con “No se jode con Perón”.
A las vacas sagradas a veces hay que matarlas para comerlas.

Los idus de marzo todavía no han terminado.